Enofest CLM 2024 es el ciclo de experiencias enogastronómicas y musicales que se desarrolla en el ámbito de las seis Rutas del Vino de Castilla-La Mancha los fines de semana comprendidos entre el 3 de mayo y el 22 de junio de 2024.
Bodegas, espacios monumentales, casas solariegas y otros espacios singulares son los escenarios habilitados para disfrutar de veladas musicales íntimas en versión acústica por parte de artistas de reconocido prestigio en el ámbito nacional e internacional.
Pero Enofest CLM no es sólo música, la gastronomía y el vino tienen un claro protagonismo en el ciclo. Previo a cada concierto, se ofrece al público asistente un aperitivo gastronómico acompañado de vinos de la tierra. Además, la mañana anterior o posterior a cada concierto, se ofrece la posibilidad de realizar una visita a bodegas y viñedos de las Rutas del Vino de Castilla-La Mancha.
Degustación Enogastronómica y concierto de Ariel Rot
* La degustación será tipo cóctel con aperitivos (4-5) acompañados de vino de la región.
Visita guiada a una de las siguientes Bodegas
Ariel Rot continúa con la celebración del aniversario de su primer disco en solitario, “Hablando solo”, tras la gira en la que ha reunido a la banda original que le acompañó en 1998 en los conciertos de presentación.
Tras desmelenar la España de la Transición con el rock colorido y jovial de Tequila y romper moldes y fronteras con la poderosa propuesta de Los Rodríguez en los 90, el año 1998 encontró a Ariel Rot «hablando solo». De hecho, ese fue el nombre del álbum que acababa de grabar –secundado por The Attractions, nada menos, el grupo que acompañaba habitualmente a Elvis Costello– y que contenía un puñado de canciones que mostraban a un artista con nuevas facetas, en tránsito a la madurez creativa que desde entonces ha ido afianzándose, para consolidar una carrera en solitario que, 25 años después, continúa siendo fructífera y mereciendo el mayor reconocimiento en el ámbito del rock en español.
Coronando el Cerro de San Antón como torres vigías, los molinos de viento de Alcázar de San Juan (Rocinante, Fierabrás, Dulcinea y Barcelona) no son sino ingenios mecánicos de gran precisión utilizados para moler el grano y obtener la harina gracias al aprovechamiento de la energía de la naturaleza: el viento.
El oficio del molinero era duro y muy temporal, requería de una gran fortaleza física para acarrear el cereal y la harina o mover las piedras cuando era preciso, y se realizaba en épocas muy concretas del año, tras la cosecha fundamentalmente, y sólo aquellas jornadas donde el viento era propicio para moler que podían ser de varios días seguidos.
Hoy se conservan 4 de los 19 molinos de viento y 2 de agua que llegó a tener la ciudad. Se pueden visitar dos de estos molinos. Uno como Centro de Interpretación del Paisaje Manchego y otro alberga una reconstrucción de la maquinaria original del siglo XVI donde se realizan moliendas tradicionales en diversas fechas a lo largo del año.
El Cerro de San Antón tienen otras obras singulares: la Cueva del Polvorín y las Canteras.
El Centro de Interpretación del vino se encuentra en la sede de la DO de La Mancha. Sus instalaciones se dividen en tres plantas. Cuentan con una sala de cata con capacidad para 24 personas.
En el Museo, se nos muestra un recorrido por la historia del vino embotellado con Denominación de Origen desde su creación hasta la actualidad, ya que dispone de más de 1.000 botellas de los años 70, 80 y 90, complementadas con otras 500 referencias actuales. Podrás encontrar maquetas en las que se representa una bodega antigua frente a una actual.
Uno de los lugares más destacados es el tradicional patio manchego, que a su vez alberga una pequeña exposición de prensas antiguas, tinajas de barro, destrozadoras, bombas manuales e incluso una exposición de fotografías anteriores a 1960 en la que se reflejan trabajos en bodegas y en los viñedos manchegos.
Ubicado en el antiguo Convento de San José (s.XVII), el “FORMMA, Museo de la Alfarería de la Mancha”, exhibe una amplia muestra de piezas procedentes de los principales núcleos productores de la comarca manchega. Barreros, cantareros, cantarilleras, tinajeros moldearon el barro durante siglos hasta conseguir la forma óptima para satisfacer cada necesidad del día a día.
El Museo dispone de tres plantas, cada una dedicada a una temática diferente de la cerámica manchega.
No se comprende el nombre de Alcázar de San Juan sin la visita a los restos de su alcazaba árabe, y especialmente al Torreón del Gran Prior. El Complejo Palacial (Torreón y Capilla de Palacio) permite hacernos una idea, conjuntamente con los restos de la muralla (el Cubillo), de la fortaleza primero musulmana y después de los hospitalarios de San Juan.
El alcázar musulmán con su mezquita y dependencias interiores, fue reconquistado en el siglo XIII. La Torre se construyó entre 1235 y 1237 por el comendador de la orden de San Juan, Frey Fernández Pérez Mosego tal y como aún podemos ver en la inscripción conmemorativa que se conserva en la fachada. En otra fachada, la de la Plaza de Palacio, explica que en 1618 se añadió el piso con ventanas de piedra, y rematado con bóvedas de crucería de yeso.
El Museo del Hidalgo se ubica en una antigua casa solariega del siglo XVI conocida por el nombre de Casa del Rey. En él podremos descubrir cómo era la vida de los hidalgos, aristocracia rural, que inspiraron a Miguel de Cervantes cuando creó el personaje de Don Quijote de La Mancha.
El Museo cuenta con la exposición de piezas originales de gran valor, cedidas por importantes museos españoles (Museo del Ejército, Museo Nacional de Artes Decorativas, Museo de Santa Cruz, entre otros).
También cuenta con recursos audiovisuales, manipulativos e interactivos con los que poder experimentar a lo largo de toda la visita. Esto hace que sea especialmente atractivo para visitas familiares con niños.
Este edificio es la unión de dos elementos patrimoniales de la ciudad que tienen su origen en el siglo XVII. Uno son los restos de la antigua casa solariega de la familia Sanabria y otra lo que queda de la antigua ermita de Santo Domingo Soriano, creada en memorial por Don Diego de Sanabria.
La casa ha tenido distintos usos, destacando la función de posada, hasta que es adquirida por el ayuntamiento y convertida en Museo. Alberga todos los elementos arqueológicos de cierto interés de la ciudad.
La actual puerta del museo municipal, está dividida en dos cuerpos. El inferior es un vano adintelado, enmarcado por un baquetón grueso y quebrado. En la parte superior aparece el relieve que representa el escudo nobiliario de la familia Sanabria dentro de una ventana. A ambos lados hay roleos muy decorados, pirámides, jarrones con flores y motivos vegetales muy abultados. Encima de ese escudo aparece una cruz enmarcada por temas vegetales.
Declarado Reserva Natural de la Biosfera, está conformado por 695 hectáreas integradas tres lagunas pertenecientes a La Mancha Húmeda. Se trata de un lugar perfecto para observar especies únicas y disfrutar de la naturaleza.
Las tres lagunas que comprenden este complejo son: La Veguilla, Camino de Villafranca y Las Yeguas. La Veguilla es una laguna de agua depurada, por lo que tiene recibe agua prácticamente todo el año y es uno de los uno de los humedales manchegos donde se pueden observar más especies de aves. Mientras que las lagunas Camino de Villafranca, la más extensa de todas, y Las Yeguas son semi estacionales, dependiendo de las precipitaciones del lugar.
Destaca la fauna que habita las lagunas, mucha de la cual difícilmente pueda avistarse en otro lugar. Se trata de aves acuáticas como la cigüeñuelas, tarros blancos, porrones, patos colorados y cucharas, zampullines, aguiluchos laguneros, pagazas piconegras, garcillas cangrejeras, garzas imperiales… en el entorno águilas pescadoras, gangas ibéricas y ortega. Un lugar perfecto para hacer turismo ornitológico.
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